El líder de la Vuelta a España, Chris Froome (Team Sky), ha dicho que una regla introducida experimentalmente en el Tour de Francia de 2017, en la que las diferencias finales en el pelotón sólo cuentan cuando hay brechas de más de tres segundos, deberían utilizarse en todas las carreras.
Este verano el Tour de Francia experimento con una regla en donde la diferencia usual de un segundo entre grupos de ciclistas fue aumentada a tres segundos. Froome argumentó, en la conferencia de prensa después de la cuarta etapa de la Vuelta, que esto debería implementarse en todas las carreras y no solo en el Tour de Francia.
«Creo que tener la regla de los tres segundos, como hicimos en el Tour de Francia, hizo las cosas mucho más seguras. Es algo que me gustaría ver en todas las carreras, especialmente en finales como los de hoy que son tan técnicos y peligrosos», dijo Froome.
«Creo que hace que la carrera en el frente sea mucho más segura. Nadie quiere que los chicos aspirantes a la General vayan corriendo en frente. Los velocistas no nos quieren. No queremos estar allí, pero obviamente tenemos que estar ahí arriba.”
«Así que en mi opinión, debemos traer de vuelta la regla de tres segundos, y todos los ciclistas con los que he hablado tienen la misma opinión.»
En cuanto en liderar la Vuelta tan temprano, Froome argumentó que «siempre es mejor correr de líder, porque me gusta la idea de estar en una posición más defensiva. Hoy fue obviamente todo acerca del sprint final. Fue bastante complicado. Mis compañeros de equipo hicieron un gran trabajo de mantenerme allí. Con los riesgos de posibles cortes, era importante mantenerse al frente.”
«Como está en estos momentos hay muchos chicos todavía en la contienda, Esteban [Chaves] sigue siendo muy fuerte en las subidas, y Vincenzo [Nibali] gano una etapa, obviamente, está en gran forma también».
Froome estuvo de acuerdo en que su compañero de equipo Wout Poels, que había entrado en la carrera con grandes esperanzas de competir como el Plan B del Sky, había estado descontento con su propio rendimiento en Andorra, perdiendo 1:39 con Froome y con otros favoritos.
«Es justo decir que está un poco decepcionado por no estar ahí arriba. Pero sólo en la experiencia previa con Wout en el pasado en Grandes Vueltas, siempre corre bien las carreras y en la segunda y tercera semana siempre es muy fuerte. No tengo ninguna duda de que él volverá a su mejor forma muy pronto. También sufrió un poco con el calor, tal vez. Pero espero que se acostumbre a eso y mejore mientras la carrera continúa».
Froome, por su parte, se enfrentará a otro final en alto este miércoles. La subida final es una escalada de tres kilómetros de corta duración, muy empinada, a la ermita de Santa Lucía, una con rampas de hasta el 20% y nunca fue utilizada en la Vuelta a España. Está precedida por una etapa de «media montaña», con tres ascensos de segunda categoría y más de 2.700 metros de desnivel.
Froome dijo que dado que la Vuelta no lo había abordado antes no tenía aún idea de cómo sería la escalada a la Ermita Santa Lucia.
«Lo estudiaré un poco más esta noche, y haremos todo lo posible para proteger la camiseta roja en este momento», prometió