El joven Suizo Gino Mäder (Bahrain Victorious) confeso que estuvo a punto de llorar cuando Primoz Roglic lo supero en los últimos metros de la Etapa reina en la Paris-Niza 2021.
Al final de la penúltima etapa París-Niza, Gino Mäder pasó el marcador de los últimos 50 metros de la cima de Valdeblore La Colmiane y decidió echar un último vistazo por encima del hombro antes de sentarse y celebrar su primera victoria como profesional a nivel WorldTour.
Justo antes de que pudiera hacerlo, una bala amarilla apareció y tiró toda su ilusión al suelo. Era Primoz Roglic, quien conseguía su tercera victoria de etapa en la Paris-Niza y dejaba casi sentenciada su victoria en la clasificación general.
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Gino Mäder, un joven de 24 años que se unió a Bahrain Victorious procedente de NTT esta temporada, fue el último superviviente de la fuga del día en la etapa 7 de la París-Niza. Había descolgado a una docena de corredores en la subida final de 16,3 km y casi pudo saborear la victoria cuando entraba en la recta final hacia la meta.
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Roglic ya había amenazado con un ataque desde el grupo de favoritos en el último kilómetro, pero cuando vio a Max Schachmann (Bora-Hansgrohe) en su rueda, parecía que Mäder aguantaría y conseguiría la victoria. El maillot amarillo, sin embargo, volvió a atacar violentamente a 250 metros del final y eso fue todo para el joven suizo.
“Tenía miedo de coger un resfriado, me pasó tan rápido a mi lado”, dijo Mäder. “En ese primer momento, honestamente, estuve muy cerca de llorar. Estaba convencido que era mi victoria”.
A pesar de esa decepción Mäder pudo reflexionar sobre una de las mejores carreras de su joven carrera.
“Obviamente, cuando estás al final a unos 20 metros de meta y un avión te pasa, en el primer momento estás absolutamente destrozado. Pero al final debo decir que fue una experiencia bastante agradable estar al frente y jugar en la final”.
“Debo estar feliz al final, Roglič es un gran campeón, pero mi primera reacción fue que estoy desanimado, decepcionado”.
Cuando suceden este tipo de situaciones siempre se puede ver lo cruel que puede llegar a ser el ciclismo, pero más aún cuando el que sobrepasa al fugado ya ha ganado dos etapas en la carrera y no necesariamente necesitaba atacar y ganar tiempo a sus rivales.
Algunos fanáticos criticaron esta actuación de Roglic, ya que pensaban que debería haberse quedado atrás y darle la victoria a Mäder.
Sobre esto, Mäder reveló una broma que le había dicho el ciclista esloveno detrás del podio.
“Yo le dije ‘la próxima vez, déjame en paz’. Y él dijo, ‘bueno, si corres, entonces tal vez lo haga’. Así que ahora sé lo que tengo que hacer”.
Bromas aparte, Mäder dejaba claro que no quería que Roglic le regalara la victoria de etapa.
“Es una de sus cualidades como campeón; siempre va por la victoria. No da regalos a sus rivales”, dijo Mäder. “Obviamente, preferiría que me dejara, pero es una de sus cualidades. Aspiro a tener la misma energía para ir a por la victoria en todo momento. Felicitaciones. Bravo Primož. Bien hecho, pero la próxima vez seré más fuerte”.