Geraint Thomas describió su tercer puesto en la Clasificación general de Tirreno-Adriático 2018 como «agridulce», ya que le permitieron reflexionar sobre lo que podría haber pasado si no hubiera sufrido el desperfecto mecánico que le hizo perder el liderato de la carrera.
El galés realizó una buena actuación durante la contrarreloj final de Tirreno-Adriático en San Benedetto del Tronto este martes para superar al español Mikel Landa (Movistar Team) y subir hasta el tercer escalón del podio.
Sin embargo, si no hubiera sido por una problema con la cadena de la bicicleta en la cuarta etapa, etapa reina de la carrera, no fuera perdido la ventaja cediendo un significativo tiempo sobre sus rivales, podría haber sido Thomas el que estuviera parado en lo más alto del podio.
«Después de la mala suerte en la etapa de montaña, es bueno volver al podio», dijo Thomas después de la etapa final. «Todavía es agridulce de alguna manera, ya que cuando estás en la posición en la que estaba quieres ganar. Mucha gente ha dicho ‘no se preocupen, su arduo trabajo dará sus frutos y su suerte cambiará’, pero aún quiero ganar esta carrera”.
«Ha sido una buena semana para el equipo. Buen trabajo de Kwiato por terminarlo, y estando los dos en el podio es una buena manera de terminar».