Chris Froome vivió una de las jornadas más difíciles en la Vuelta a España, perdiendo 42 segundos ante sus rivales directos en la subida final a los Machucos de la etapa 17.
El líder del Team Sky no pudo mantenerse junto con los otros favoritos a la General en la escarpada subida y terminó cruzando la línea a 42 segundos del segundo clasificado Vincenzo Nibali, reduciendo el margen en la clasificación a 1:16.
«Aún sigo estando en una gran posición», dijo el británico. «Creo que siempre supimos que hoy iba a ser una final muy duro, sin duda lo fue, especialmente con las condiciones meteorológicas. A falta de tres días de carreras y el equipo todavía está en una buena posición, me siento bien y mirando a los próximos días».
La empinada subida final no le convenía especialmente a Froome, pero el ciclista británico se da cuenta de que tampoco se adaptaba a sus rivales.
«Este es un típico final en alto de la Vuelta, es sólo la naturaleza de la carrera, es lo mismo para todos, no creo que a nadie le guste gradientes de más del 25% y así es, es lo mismo para todos nosotros. Nunca es bueno perder tiempo, pero sigo bien. Tres días más, estoy seguro de que podemos terminar este trabajo».