Un hecho que causo mucha curiosidad en la quinta etapa del Giro de Italia donde el protagonista principal fue el ciclista Luka Pibernik.
Luka Pibernik (Bahrain-Merida) pensó que estaba teniendo el momento de su vida, había conseguido una victoria en una etapa en el Giro de Italia y frente a miles de fans enojados en la ciudad natal de su compañero de equipo Vincenzo Nibali de Messina.
El problema fue que él atacó cuando faltaba una vuelta al circuito final y fue allí que erróneamente levantó los brazos en señal de triunfo… el problema es que nunca escuchó a su equipo Bahréin-Mérida decirle que aún quedaban seis kilómetros para finalizar la etapa.
«El problema es que su batería se había agotado y por esto no nos escuchó a su director de equipo», dijo Nibali en una entrevista a la cadena RAI después de la carrera. «Él no sabía que había una vuelta por recorrer y por esto el celebro antes de tiempo. Es novato, puede sucederle algo así».
Lo que le ha sucedido a Pibernik no es ajeno al ciclismo y ha pasado en muchas ocasiones. Su compañero de equipo del Bahréin-Mérida Ramunas Navardauskas pensó que había ganado una etapa en el Giro de Italia 2013 debido a que no contaba con un radio y no sabía que Giovanni Visconti había ganado la etapa.
También hay numerosos ejemplos de sprinters que alzan sus manos celebrando para luego saber que no fueron los ganadores y que un ciclista le robo la victoria desde atrás. Quizás un ejemplo aún más desgarrador que el sucedido Pibernik, y es del famoso Erik Zabel en la Milán-San Remo 2004.