Conoce las cinco etapas de Giro de Italia 2022 que podrían ser decisivas para conocer al eventual ganador de la Gran Vuelta italiana.
A primera vista, una característica llamativa del Giro d’Italia 2022 es la relativa brevedad de muchas de sus etapas, siendo la más larga de 201 km. Destaca también la escasez de etapas de montaña consecutivas, por no hablar de la baja ración de contrarreloj, con poco más de 26 km, la menor cantidad desde 1962.
La ruta todavía está poblada de poderosos pasos de montaña, con las tradicionales subidas al Etna y Blockhaus en el sur hasta el Mortirolo, Pordoi y Fedaia en la última semana.
Sin embargo, también se muestra un grado de innovación, particularmente en una segunda semana donde domina la media montaña y donde la ruta se presta a un grado de invención por parte de aquellos que estén dispuestos a probar suerte de cara a la general.
9ª Etapa (15 de mayo) Isernia › Blockhaus (187 km)
El final en alto en la cuarta etapa en el Monte Etna podría hacer que en la clasificación General se vaya aclarando, pero el final en alto en el Blockhaus debería dar claras señas de quienes están realmente por la disputa en la Clasificaicon General del Giro de Italia.
El Blockhaus apareció por primera vez en 1967, cuando un joven Eddy Merckx saliera ganador de la etapa, y su lugar en la historia del Giro se consolidó cinco años después, cuando el belga se enfrentó a José Manuel Fuente.
Esta es realmente una jornada de alta montaña con más de 5,000 m de escalada en sus 189 km de recorrido. Tras salir de Isernia, la primera ascensión clasificada es la subida a Valico del Macerone, para luego encadenar las subidas a Rionero Sannitico y Roccaraso antes de un recorrido ondulado por la provincia de Chieti en un terreno familiar de la Tirreno-Adriático.
Sin embargo, las verdaderas dificultades del día llegan en los últimos 50 km, cuando la carrera llega al Parque Nacional de Maiella, con el Passo Lanciano de Primera categoría seguido por el final en alto en el Blockhaus, que regresa después de una ausencia de cuatro años.
Nairo Quintana se enfundó la maglia rosa en aquella ocasión, cuando el Giro abordó el Blockhaus. Esa ascensión de 13,6 km vuelve a figurar en 2022, con una pendiente media del 8,4 % y tramos que alcanzan el 14 %.
15ª Etapa (22 de mayo) Rivarolo Canavese › Cogne (177 km)
El Giro de Italia sigue un patrón distinto a medida que avanza hacia el norte en la segunda semana, alternando entre etapas montañosas y llanas, pero el siguiente escenario obvio para los contendientes de la general llega en la víspera del tercer y último día de descanso, cuando la carrera entra en los Alpes.
Dicho esto, la segunda semana no debe descartarse, dado que la falta de alta montaña se compensa con terreno que se presta para emboscadas con finales en Jesi, Génova y, sobre todo, Turín.
Es una etapa dividida en dos partes bien distintas, comenzando con una suave carrera a lo largo del río Dora Baltea mientras la carrera sale del Piamonte y se dirige hacia el Valle de Aosta.
La escalada comienza poco después del punto medio del recorrido, con el ascenso de Primera categoría hacia Pila-Les Fleurs, a una altitud de 1.421 m.
Poco después sigue otra larga subida de Primera categoría con una longitud de casi 20 km hasta Verrogne. En esta parte de los Alpes, los pasos tienden a ser largos y costantes en lugar de cortos y empinados, y el final de esta etapa será una prueba de resistencia más que de explosividad, dado que 46 km de los últimos 80 km son cuesta arriba.
El ascenso final a Cogne tiene una longitud de unos 22,4 km y, aunque la pendiente media es de un leve 4,3 %, hay varios tramos exigentes en el tercio inicial de la subida desde Aymavilles.
16ª Etapa (24 de mayo) Salò › Aprica (200 km)
Como siempre, las principales dificultades de este Giro de Italia se sitúan en la última semana de carrera. La etapa de 202 km en Valtellina con 5440 m de desnivel cuenta con tres puertos de Primera categoría.
La etapa comienza en la orilla del lago de Garda en Salò antes de seguir el Val Sabbia hasta la primera ascensión del día, el Goletto di Cadino de Primera categoría.
El siguiente en la agenda es el Mortirolo, y aunque en esta ocasión se escala desde su vertiente “más fácil” desde Edolo. Puede que no tenga las estadísticas llamativas y la temible mística de la aproximación desde Mazzo di Valtellina, pero el ascenso es de 12,6 km con una pendiente media del 7,6 %, con rampas del 16 %.
Después de un descenso traicionero, la carretera vuelve a subir hacia el sprint intermedio en Teglio antes de que el pelotón aborde el último obstáculo del día, el Valico di Santa Cristina de primera categoría.
El Santa Cristina apareció por última vez, por cierto, el día que Pantani fue expulsado del Giro de 1999 por un resultado de hematocrito alto, con Ivan Gotti heredando la maglia rosa en Aprica tras escaparse con Roberto Heras y Gilberto Simoni.
La Santa Cristina es una escalada muy dura, que cruelmente parece volverse más difícil a medida que avanza. El ascenso tiene una longitud de 13,5 km con una pendiente media del 8 %, pero las pendientes rara vez bajan de los dos dígitos en los últimos 5 km. La cumbre está a poco más de 6 km de la meta en Aprica, y los intervalos de tiempo pueden ser considerables.
17ª Etapa (25 de mayo) Ponte di Legno › Lavarone (165 km)
Inmediatamente después de la dura etapa sobre Mortirolo y Santa Cristina, seguramente habrá ciclistas muy cansados y mentes agobiadas entre los favoritos a la Maglia Rosa.
El camino sube inmediatamente después del inicio en Ponte di Legno, subiendo de forma constante hasta el Passo del Tonale. El ascenso de 8,8 km no está clasificado, pero pocos apreciarán un comienzo tan brusco, aunque el largo descenso hacia el Palù di Giovo debería mitigar esa dificultad inicial.
La carrera ondulada por el Valle di Mocheni sirve de antesala a los principales obstáculos del día, las ascensiones de Primera categoría del Passo del Vetriolo y Monterovere.
La gran novedad, sin embargo, es el corto (6,2 km) pero pronunciado ascenso de categoría 1 de la Salita del Menador, un apretón de horquillas y túneles excavados en la pared rocosa como línea de suministro del regimiento austrohúngaro Kaiserjäger durante la Primera Guerra Mundial.
La cima de la Salita del Menador en Monte Rovere se corona a ocho kilómetros de la meta en Lavarone.
20ª Etapa (28 de mayo) Belluno › Passo Fedaia/Marmolada (165 km)
Todavía resta una contrarreloj de 17 km en Verona al día siguiente, pero en este momento, el tappone Dolomite tiene todas las apariencias de ser la verdadera etapa final del Giro de Italia 2022.
La penúltima etapa es también, por cierto, la primera vez que la carrera sube por encima de los 2.000 m al pasar por el Passo Pordoi y el Fedaia.
Dado que las dificultades climáticas parecen haber hecho que las carreras a gran altura a mediados de mayo sean cada vez más peligrosas, quizás no sea sorprendente que Vegni haya esperado hasta el final del mes para cruzar ese umbral en este Giro.
Se suponía que Pordoi y Fedaia se presentarían en 2021 como parte de un tappone de 212 km con unos 5.700 m de desnivel, pero el mal tiempo hizo que la etapa se acortara, aunque no exactamente disminuida, ya que Egan Bernal ganó en solitario la dura etapa de montaña.
Esta vez, el gran espectáculo de las Dolomitas planeado es un poco más corto con solo 167 km y unos 4490 m de escalada. La etapa tiene una apertura relativamente suave en el valle del Piave, pero el camino se vuelve mucho más duro a falta de 100 km, a medida que el Passo San Pellegrino, aparentemente interminable, aparece a la vista.
El ascenso de Primera categoría se sube hasta una altitud de 1.918 m, y con una sección más dura, con pendientes del 15% en los últimos 10 km.
La bajada a Moena y el falso llano hacia Canazei son seguidos por la Cima Coppi del Giro 2022, el poderoso Passo Pordoi, que sube durante 11,8 km con una pendiente media del 6,8%.
Lo mismo puede decirse del Passo Fedaia, que, si la meteorología lo permite, por supuesto, vuelve a la ruta por primera vez desde 2011.
El Fedaia tiene 14 km con una pendiente media del 7,6 %, pero, como siempre, los números no muestran la verdadera naturaleza de esta bestia. Sobre todo, el Fedaia es inquietante debido a la geografía del lugar y la recta aparentemente incesante en Malga Ciapela, que comienza con un poco menos de 6 km para el final y donde la pendiente sube a dos dígitos.