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El italiano Davide Formolo (UAE Team Emirates) se llevó la victoria en la Veneto Classic 2023 tras u fuerte ataque en los kilómetros finales.
El Veneto Classic fue nuevamente para un corredor del UAE Team EmIrates. En la última ascensión, Davide Formolo dejó atrás a su compañero Marc Hirschi y a su compatriota Filippo Zana, quienes lograron asegurarse un lugar en el podio.
Los corredores Marco Frigo (Israel-Premier Tech), Joey Rosskopf (Q36.5 Pro Cycling) y Michael Belleri (Biesse-Carrera) no se amilanaron ante la dura competencia y formaron el grupo de fuga.
A pesar de enfrentar cuatro subidas a La Tisa, el trío, junto con otros corredores como Brent Van Moer y Stan Dewulf, demostró que no debían ser subestimados, manteniendo una ventaja significativa de seis minutos sobre el pelotón. Los equipos UAE Team Emirates y Uno-X, liderados por Marc Hirschi, Tobias Halland Johannessen, asumieron la responsabilidad de la persecución sin titubear.
A unos cincuenta kilómetros de la meta, en las empinadas subidas adoquinadas de La Tisa, que presentaban una pendiente de más del 11% en una carretera estrecha, algunos de los corredores del pelotón principal se descolgaron. Un quinteto conformado por Erik Fetter (EOLO-Kometa), Milan Menten (Lotto Dstny), Stefano Oldani (Alpecin-Deceuninck), Natnael Tesfatsion (Lidl-Trek) y Davide Formolo (EAU-Emiratos) se unió a los líderes, pero después de otra subida a La Tisa, solo quedaron los tres últimos.
El empuje también inspiró a corredores como Matteo Trentin (UAE Team EMirates), Benoit Cosnefroy (AG2R-Citroën) y Anton Charmig (Uno-X) a acelerar el paso, pero al inicio de la subida final a La Tisa, a 19 kilómetros de la meta, la carrera estaba totalmente abierta de nuevo. Sin embargo, la subida final tampoco proporcionó una ventaja definitiva. Andreas Kron y Florian Vermeersch (Lotto Dstny) esperaban con ansias este tramo, al igual que Cosnefroy y Filippo Zana (Jayco-AlUla). Aun así, permanecían juntos con al menos treinta corredores.
La carrera se definía en los kilómetros llanos previos a las ascensiones finales de Diesel Farm y Contra Soarda. Hubo una sucesión de ataques, pero siempre había un equipo, a menudo Uno-X, que se encargaba de neutralizar los intentos. En Diesel Farm, Filippo Zana logró escaparse. Hirschi no pudo responder de inmediato, pero recuperó terreno rápidamente en la segunda mitad de la subida, que era técnica y estaba cubierta de grava.
Gracias a su gran habilidad, el suizo alcanzó a Zana en el descenso, al igual que su compañero Davide Formolo.
Esto llevó a la formación de un trío líder a ocho kilómetros de la meta. Sin embargo, no colaboraron bien juntos. Hirschi intentó un ataque casi de inmediato, al que Zana respondió con fuerza. El esfuerzo de Formolo en el descenso final a Contra Soarda llevó a que Zana no pudiera seguir su ritmo.
Hirschi, fiel a su papel de compañero de equipo, se mantuvo a la rueda de Zana y finalmente lo superó en el sprint final. Sin embargo, Formolo se adelantó y se llevó la victoria, logrando su segunda victoria en carreras de otoño en Italia después ganar la Coppa Agostoni.
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