El jefe de Deceuninck-QuickStep, Patrick Lefevere, ha realizado unas desagradables declaraciones por el inminente regreso de Sam Bennett a Bora-Hansgrohe.
Lefevere afirma que este retorno de Bennett a Bora es similar a las “mujeres que regresan a casa después de abuso doméstico”. Estos comentarios sumamente insensibles los realizó en la columna semanal de Lefevere en el diario Het Nieuwsblad.
Sam Bennett ha corrido con el equipo de Lefevere durante las últimas dos temporadas y el velocista irlandés ganó una camiseta verde del Tour de Francia en 2020.Sin embargo, una lesión en la rodilla en la víspera del Tour de Francia obligó al equipo a dejar a Bennett en casa y seleccionar a Mark Cavendish como reemplazo de última hora.
En ese momento, era de conocimiento público que Bennett se dirigía a Bora-Hansgrohe, el equipo que dejó en 2019 para fichar por el equipo de Lefevere. Esa separación en 2019 fue complicada para Bennett ya que no estaba contento por haber quedado fuera de los planes de Grandes Vueltas del equipo para el Giro de Italia y el Tour de Francia.
A Bennett finalmente se le permitió cambiar de equipo, a pesar de que, según los informes, firmó una carta de intención para permanecer en Bora, pero el éxito que logró en Deceuninck-QuickStep consolidó su lugar como uno de los mejores velocistas del mundo.
Lefevere viene criticando a Bennett desde hace meces por su ausencia en el Tour de Francia
Sin embargo, la relación con Lefevere se agrió después de la lesión de rodilla este verano. Primero, el jefe del equipo dudó públicamente de la lesión de Bennett y su gravedad, y le dijo a Sporza: “No puedo demostrar que no tenga dolor en la rodilla, pero estoy empezando a pensar cada vez más que es más miedo al fracaso que solo dolor”.
Al mismo tiempo, Lefevere cuestionó la capacidad de recuperación mental de Bennett y amenazó públicamente con suspenderlo y reducir su salario si no se “comportaba”.
Durante el Tour de Francia, Lefevere también le dijo al portal de noticias Cyclingnews que Bennett no había sido ‘respetuoso’.
“El tren de velocidad era para Sam y no puedes cambiar el programa para los ciclistas en la última semana. Eso no funciona. Todo el mundo ha estado preparado mentalmente durante meses. No puedes decir que Mark es menos que Sam. Se merece la mejor ventaja”.
“Es diferente a Sam. En primer lugar, Mark es mucho más fuerte mentalmente que Sam. Incluso cuando Sam era el más rápido, siempre dudaba de sí mismo. Le hemos dicho a Mark que no tiene nada que perder. Eso es un lujo”.
“Si él [Bennett] se porta bien, correrá. Si no, entonces tres meses menos de conducción y un 50 por ciento menos de salario”.
“No sé si tienes un jefe, pero desde niño aprendí que el tipo que te paga es el jefe y se merece respeto. No me mostró respeto. Es más una lástima para él que para mí. Si luchas como un demonio y lloras como un niño porque Bora-Hansgrohe te trata mal y luego, después de casi 14 meses, vuelves a firmar con el equipo, dice más de él que de mí. Yo tengo pelotas, él no las tiene”.
Desafortunadas declaraciones de Lefevere sobre Sam Bennett
En la columna de esta semana, Lefevere habla sobre la fortaleza mental de varios de los ciclistas con los que ha trabajado en el pasado, desde Johan Museeuw hasta Frank Vandenbroucke, y la generación actual de ciclistas bajo su cuidado y administración.
“Nunca he tenido corredores mentalmente inestables en mi equipo, pero definitivamente había ‘algunos especiales’. Rémi Cavagna no es un tipo nervioso, su pasatiempo es la pesca, pero a veces le llega el estrés. Algunas personas dicen que Remco Evenepoel no puede manejar una bicicleta, pero al principio, Rémi tenía miedo de tomar una botella o incluso levantar la mano cuando ganaba. Está todo entre las orejas. Tim Declercq es un tipo realmente inteligente, pero se ‘ahoga’ cuando tiene que andar solo”, escribió Lefevere.
Luego, su atención se centró en Bennett con comentarios muy insensibles sobre el estado mental del ciclista y la comparación con el abuso doméstico.
“Y, por último, pero no menos importante, está Sam Bennett. Para mí, es el pináculo de la debilidad mental”, comentó Lefevere. “Dejar a Bora y quejarse con todo el mundo sobre cómo fue ‘intimidado’ y casi arruinado y deprimido. Solo para regresar catorce meses después. Es lo mismo que las mujeres que aún regresan a casa después de un abuso doméstico”.
