El colombiano Daniel Felipe Martínez (Ineos Grenadiers) ha sido una de las grandes figuras de esta ultima semana del Giro de Italia donde su rol como gregario ha sido magnifico.
El Giro de Italia parecía estar sentenciado hace una semana con un dominio abrumador de Egan Bernal, quien había demostrado no tener rivales hasta ese momento en la corsa rosa. Dos victorias de etapa y una apisonadora llamada Ineos Grenadiers hacia pensar que el colombiano ganaría con facilidad este Giro de Italia.
Pero las cosas cambiaban en la última semana. Simon Yates (BikeExchange), en Sega di Ala y Alpe di Mera, y Damiano Caruso (Bahrain Victorious), en Alpe Motta, trajeron algo de suspenso a los últimos días de este Giro al inquietar a Bernal e Ineos, pero su supremacía nunca pareció realmente estar en duda.
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Cada vez que se presentaba un problema potencial en este Giro, Ineos Grenadiers tenía la calidad individual para resolverlo o el poder colectivo para abrumarlo. El ataque de Caruso en el descenso del Passo San Bernardino en la etapa 20 fue un buen ejemplo, dado que dejó a Bernal más aislado de lo que esperaba en la última etapa de montaña de la carrera.
Obligados a agotar cada uno de sus gregarios durante las siguientes subidas para acotar distancias, solo Daniel Felipe Martínez y Jonathan Castroviejo seguían al lado de Bernal al inicio del Passo dello Spluga. Lo peor se vino en el descenso, donde el grupo de la camiseta rosa se separó brevemente y Bernal se encontró de repente con solo Castroviejo como compañía. Este momento fue, según admitió Bernal, “el momento más complicado” de su Giro.
Sin embargo, como siempre, este problema se solucionó gracias a la calidad de su elenco de apoyo.
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Ineos Grenadiers demostró una frialdad en competición diga de admirar
Castroviejo, que ya había controlado la situación en la subida de la Spluga, y tuvo la inteligencia para detener el ritmo del grupo maillot rosa y esperar a que Martínez se reincorporara.
Terminado el trabajo de Castroviejo en el primer kilómetro de la subida a Alpe Motta, Martínez se puso al frente para guiar a Bernal en casi todo el camino hasta la cima.
El implacable ritmo de Martínez mantuvo la ventaja de Caruso bajo control, mientras disuadía a Yates de atacar. En los últimos dos kilómetros, su ritmo fue tan irresistible que Yates se descolgó por completo.
Solo faltaba que Bernal diera los toques finales, recortando en los últimos 700 metros para tomar el segundo lugar en la etapa. Martínez, cumplidos sus deberes de equipo, aún tenía la energía para vencer a Romain Bardet por el tercer lugar. En la clasificación general, es sexto y aún podría superar al francés nuevamente al subir al quinto lugar en la última contrarreloj en Milán el domingo.
Daniel Felipe Martínez demostró durante el Giro ser el mejor gregario de la carrera
No fue el primer cameo de este tipo de Martínez en este Giro, donde ha emergido como el gregario más valioso que rodea a Bernal. En San Giacomo, en la etapa 6, abrió el camino para que Bernal atacara en el final e inicio la aceleración ganadora de su líder en Campo Felice tres días después.
En la última semana, su importancia se hizo cada vez más evidente. Cuando Bernal se tambaleó sorprendentemente en Sega di Ala, fue Martínez quien lo guio hasta la meta, dejando uno de los momentos más increíbles por la forma en como lo animaba.
En Alpe di Mera el viernes, Martínez recortó tranquilamente la ventaja de Yates a dimensiones más manejables, antes de su exhibición en Alpe Motta.
“Estoy un poco sorprendido por mi nivel, siempre me he quedado sin gasolina en la última semana”, dijo Martínez a ESPN en la cima de Alpe Motta. “Estoy teniendo mi mejor forma en una carrera de tres semanas, algo que no había hecho antes”.
El mejor papel de actor secundario de Martínez aquí es casi una repetición de la notable actuación de Rohan Dennis en la última semana del Giro del año pasado, cuando sus demostraciones de fuerza en el Stelvio y Sestriere pusieron fin al desafío de Wilco Kelderman y despejaron el camino para que Tao Geoghegan Hart consiguiera la victoria general.
Dennis, como Martínez, es un corredor que corrió como líder en otros equipos antes de unirse al Ineos Grenadiers para competir predominantemente en un papel secundario. En agosto pasado, Martínez ganó el Critérium du Dauphiné con el EF Education First, pero, al menos por ahora, ha moderado su ambición personal para formar parte del séquito de su compatriota Bernal.
Martínez, de papel segundario a papel coestelar en el Giro de Italia
Martínez ni siquiera fue el fichaje más destacado de la campaña de fichajes del Ineos el invierno pasado. Richie Porte, tercero en el Tour de Francia del año pasado, regresó de Trek-Segafredo, también aparentemente para desempeñar un papel secundario, mientras que Adam Yates fue contratado procedente del Mitchelton-Scott.
Más allá de Martínez y Castroviejo, el grupo de Bernal en este Giro contaba con el campeón mundial de contrarreloj Filippo Ganna, Gianni Moscon y, antes de su abandono temprano, Pavel Sivakov.
Olvídese de las llamadas ganancias marginales, la ventaja más obvia que tiene Ineos sobre el resto del pelotón no está en los detalles, sino en el panorama general.
Su presupuesto reportado más recientemente, para la temporada 2019, fue de 50,78 millones de euros, un aumento de casi 8 millones de euros con respecto a la campaña anterior y, con cierta diferencia, el mayor en ciclismo. Los tres equipos comodines en este Giro, en comparación, tienen presupuestos de menos de 4 millones de euros cada uno.
Ineos Grenadiers, claro dominador del Giro de Italia en los últimos 5 años
Si Bernal conserva el rosa en la última contrarreloj del domingo, sellará la tercera victoria de Ineos en el Giro en cuatro años, cada uno con un corredor diferente. El equipo también ha conseguido siete de los últimos nueve Tours, a través de cuatro ciclistas diferentes. Los líderes y el personal cambian, los patrocinadores van y vienen, pero el ritmo continúa.
Después de hombres como Froome, Porte, Poels e incluso el propio Bernal, Martínez es la última versión de ese fenómeno recurrente en Sky/Ineos: un gregario que fue más fuerte que la mayoría de los otros líderes en la carrera.
Tener los mejores compañeros de equipo no garantiza la victoria en Grandes Vueltas, por supuesto, y el triunfo de Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) sobre Jumbo-Visma en el Tour de Francia del año pasado es prueba de ello. Pero ciertamente hace la vida mucho más sencilla, como reconoció Bernal después de abrazar a Martínez tras finalizar la etapa en Alpe Motta.
“Dani es un gran corredor”, dijo Bernal. “Mucha gente lo sabía, pero ahora se lo está demostrando a todo el mundo”.