Un único y contundente ataque del líder de Vuelta a España, Simon Yates (Mitchelton-Scott) ha dejado casi sentenciada la clasificación general a su favor.
Después de correr de forma conservadora, Yates se dio cuenta que la mejor forma de defenderse era con el ataque, acto siguiente, Simon se lanzó a falta de lanzo a falta de 10 kilómetros de la línea de meta y finalizo la jornada en la segunda posición, solo detrás del francés Thibaut Pinot (Groupama-FDJ).
A pesar de terminar segundo, Yates mostro un estilo agresivo con el cual saco bastante provecho, ya que Alejandro Valverde (Movistar Team) tuvo problemas y la ventaja del británico se triplicó. La ventaja de Yates pasó de 25 segundos a 1:33 sobre Valverde. Enric Mas (Quick-Step Floors), anteriormente tercero en general, tampoco pudo responder y se bajó a la cuarta posición gracias a Steven Kruijswijk (Lotto NL-Jumbo).
Como lo ha hecho desde que asumió el liderazgo, Yates continuó advirtiendo que cualquier cosa puede suceder en los últimos dos días. Pero con su ventaja en la General por más de un minuto por primera vez en la carrera, su primera victoria en una Gran Vuelta parece casi segura.
Yates explicó que había cambiado a una forma de carrera mucho más agresiva en lugar de simplemente tratar de defenderse.
«Cuando trato de defender la camiseta nunca parece ir según lo previsto, así que traté de ser más agresivo, y así es como me gusta correr, así que continuaré haciendo eso«, dijo.
«Había algunos muchachos por delante, y se sintió como un buen momento para acercarse a esos muchachos», dijo, refiriéndose a un movimiento que incluyó a Pinot, Kruijswijk, Nairo Quintana (Movistar Team) y George Bennett (Lotto NL-Jumbo)
«Y eso fue realmente lo que paso, a partir de allí a bloque hasta el final», dijo Yates.
Y es que el ataque de Simon fue contundente, con la suficiente fuerza para enlazar con el grupo delantero y tener fuerzas para seguir tirando y poner en problemas a Nairo Quintana y Steven Kruijswijk.
El colombiano, que tuvo otro día difícil, sufrió un problema mecánico cuando retrocedió para ayudar a Valverde, mientras Yates atacaba. Solo Pinot parecía capaz de darle al líder de la general una mano para abrir la brecha, y el francés fue el único ciclista capaz de quedarse con Yates y luego escaparse al final para de esa forma hacerse con la victoria de etapa.
A pesar del dominio que se le ve al británico, Yates continuó predicando cautela sobre sus posibilidades de victoria. Al preguntársele qué porcentaje de victoria sentía que tenía en su bolsillo, Yates dijo: «Ninguno, porque la carrera no termina hasta mañana [sábado]. Tengo que tener cuidado. Va a ser un día muy difícil».
Los eventos de la última semana del Giro de Italia en mayo, al parecer, aún no han sido olvidados:
«Sé muy bien cómo todo puede cambiar en un día: la carrera no termina hasta Madrid», advirtió. «El equipo realmente me apoyó, y espero que podamos mantenernos enfocados, porque el sábado será un día muy duro. Puede suceder cualquier cosa. Deberíamos estar preparados para cualquier cosa, y debemos partir de allí».
Cuando se le preguntó si la victoria general representaría la confirmación de su habilidad en las carreras de tres semanas, Yates dijo: «Siento que ya confirme eso en la Vuelta de 2016, cuando terminé sexto. Luego conseguí el séptimo en el Tour de Francia, el premio al Mejor Joven en 2017. Siempre he estado allí o cerca, mejorando lentamente”.
Pero a pesar de su actuación agresiva el viernes, Yates insistió, una vez más, en jugar sus cartas:
«Mañana es un día difícil, cualquier cosa puede pasar», advirtió. «Tenemos que mantener los pies en el suelo».
Tal vez sea así, pero el viernes, al menos en términos de ciclismo, Simon Yates estaba volando.