En los primeros nueve días de carrera hay dos etapas que podrían ser decisivas en la Clasificación General del Tour de Francia 2018. La contrarreloj de 35 kilómetros podrá ver las primeras diferencias considerables entre los favoritos de la General, además de los 21.7 kilómetros de pavé en la etapa 9 que garantizarán diferencias de tiempo irrecuperables.
Sin embargo, como dice el viejo dicho, la carrera no se ganará en la primera semana, pero definitivamente podría perderse.
Donde definitivamente si se ganará la carrera es en los 26 puertos clasificados de montaña que comienzan esencialmente en la Etapa 10 y terminan justo antes de la contrarreloj individual de 31 km a Espelette.
Entre estas montañas habrá cumbres de más de 2000 metros sobre el nivel del mar, mesetas de grava e incluso algunos gradientes que superan el 20% que causarán una carnicería en todo el pelotón y eventualmente producirán un ganador en París.
A continuación te mostraremos las etapas de alta montaña en el Tour de este año y el impacto potencial que podrían tener en el resultado general de la carrera.
Las cinco etapas de montaña que definirán el Tour de Francia 2018
Etapa 10 – Annecy a Le Grand-Bornand
La etapa 10 se produce un día después del primer día de descanso del Tour y dos días después de que el pelotón navegue a través de los casi 22 kilómetros de adoquines de Roubaix que causará que algunas piernas de los ciclistas se encuentren destrozadas.
Si a muchos ciclistas les cuesta pedalear después de un día de descanso en una gran vuelta, entonces esperen el sufrimiento que se verá en la Plateau des Glieres. Después de pedalear por 60 km en la etapa los ciclistas se encontraran una escalada que promedia el 11% por más de 6 km, con rampas que alcanzan el 20%.
Si eso no es lo suficientemente difícil, la parte final del puerto cuenta con tramos de grava de 2 km seguido de un descenso técnico, la receta perfecta para que un ciclista desprevenido pierda tiempo.
Para aquellos más osados, podría ser una loca carrera en los últimos 80km con dos ascensiones de primera categoría antes de un largo descenso hasta la línea de meta en Le Grand-Bornand.
Etapa 12 – Bourg-Saint-Maurice Les Arcs – Alpe d’Huez
Puede llegar relativamente temprano en la carrera, pero Alpe d’Huez tiende a proporcionar fuegos artificiales en el Tour sin importar dónde se coloque.
Las famosas 21 curvas cerradas han sido un espectáculo regular desde 1976, habiendo producido hermosos momentos como el del colombiano «Lucho» Herrera que ataco en solitario hasta la victoria en 1984 o el difunto Marco Pantani marcando el mejor tiempo en 1997.
Las piernas estarán lo suficientemente frescas entre los grandes contendientes como para limitar las diferencias de tiempo a un mínimo, pero es probable que veamos a los que se sienten bien tomando el control en esta mítica escalada.
Los tres ganadores anteriores en la cima de Alpe d’Huez han sido todos franceses, así que no debes sorprenderte si gente como Romain Bardet (AG2R La Mondiale) o Warren Barguil (Fortuneo-Samsic) se lances en la conquista de la famosa escalada.
Etapa 14 – Saint-Paul-Trois-Chateaux – Mende
La etapa 14 del año pasado en Rodez fue una etapa de transición ondulada que, aunque era demasiado difícil para los velocistas, debería haber sido una jornada tranquila para los escaladores y los hombres de la general, incluido el portador de la camiseta amarilla, Fabio Aru.
Sin embargo, en un final técnico, un ritmo electrizante del Team Sky y la falta la desatención de Aru hizo que el italiano concediera 25 segundos y perdiera el liderato.
Este año, la etapa de Mende tiene una sensación similar con una subida de 3 km, al 10.2%, de la Cote de la Croix Neuve que será coronado unos metros antes de cruzar la meta. No debería causar problemas, pero es exactamente el tipo de escalada que brindara emociones.
Los fanáticos británicos también lo recordarán como la escena donde Steve Cummings sorprendió a los franceses Romain Bardet y Thibaut Pinot mientras se miraban las caras y finalmente el ciclista británico gano la etapa con el MTN-Qhubeka.
Etapa 17 – Bagneres-De-Luchon – Col du Portet (Saint-Lary-Soulan)
¿Dónde deberíamos comenzar con la Etapa 17? Tiene todo el potencial para ser una de las etapas más emocionantes del Tour de Francia en la historia moderna.
En primer lugar, los organizadores han empacado tres escaladas clasificadas en 65km. Esto significa que el pelotón escalará más del 50% de la etapa y el resto estará compuesto por descensos. Esto es lo suficientemente compacto como para que los ciclistas más fuertes puedan hacerlo solos o en grupos pequeños.
En segundo lugar, la etapa comenzará con una grilla de partida al estilo de la Fórmula 1 de acuerdo con la Clasificación General. Los ciclistas serán colocados en grupos y partirán según su posición en la clasificación general.
Esto podría ver a algunos corredores aislados, mientras que equipos como Movistar Team y Team Sky podrían tener ciclistas en el frente.
En tercer lugar, el final de la etapa culmina con la escalada al Col du Portet (16 Km al 8.7%), una nueva escalada para el Tour que sube a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar y será un territorio desconocido para casi todos los ciclistas de la carrera.
Etapa 19 – Lourdes – Laruns
Esta es la última oportunidad en la montaña para cualquier ciclista que desee hacerse con el maillot amarillo. Después de Laruns solo queda una contrarreloj de 31 kilómetros y la etapa de festejos alrededor de París.
Dos clásicas escaladas pirenaicas en el Tourmalet y Aubisque actúan como los puntos más difíciles, pero la presencia de cuatro escaladas salpicadas en el medio que desgastaran a los ciclistas. Esta es una etapa de montaña tradicional del Tour de Francia y seguramente se verá mucha acción entre los favoritos.
Con suerte, las diferencias de tiempo en la parte superior de la clasificación son lo suficientemente pequeñas como para que los ciclistas agresivos del grupo puedan tomar la carrera por el cuello y atacar en el largo descenso.
Ciclistas como Vincenzo Nibali (Bahréin-Mérida) o Chris Froome (Team Sky), con extrema habilidad para descender, pueden ver la subida y bajada final del Aubisque como el lugar perfecto para lanzar un ataque ganador.