El ciclista británico Chris Froome (Team Sky) no ha querido calificar como «una obsesión» el intento de conquista la Vuelta a España que se inicia este sábado en Nimes aunque «es una carrera en la que realmente disfruto compitiendo cada año. La Vuelta para mí es un desafío, no una obsesión».
No obstante, ha reconocido que a la Vuelta llegan con la formación «más fuerte que hemos podido realizar antes de la línea de salida» y ha expresado su satisfacción de que hayan sido capaces de hacerlo después de haber contado en su apoyo «con un equipo tan fuerte en el Tour de Francia».
«Es un equipo bien equilibrado y fuerte. Hay una sensación mucho mayor en el equipo mayor que el de otras ocasiones», ha declarado en una rueda de prensa de los favoritos en el Anfiteatro de Nimes.
«Obviamente es complicado volver a alcanzar un mes después el mismo nivel de forma tras el Tour de Francia, pero realmente disfruto ese desafío».
En cuanto a su preparación, ha destacado que en esta ocasión, al contrario al de año anterior cuando compitió en los Juegos Olímpicos de Río entre el Tour de Francia y la Vuelta, es algo que no le ha pasado ahora y que le ha permitido concentrarse únicamente en esta carrera.
Froome ha recordado que en la carrera española se va a encontrar «a un montón de rivales muy fuertes», además de que en los 21 días de carrera deberán afrontar «nueve finales en alto que serán realmente difíciles», mientras que ha puesto su mirada en la contrarreloj de 40 kilómetros disputado entre el Circuito de Navarra y la localidad de Logroño en la tercera semana en la que es consciente de que puede estar la clave para sus aspiraciones antes de afrontar el último día el Alto del Angliru, una etapa que «impone mucho respeto».
