La etapa del domingo a través de las montañas del Jura a Chambéry cumplió con las expectativas, pero una de las cosas que más sorprendieron fue la actitud agresiva del AG2R La Mondiale.
El equipo francés encendió la carrera e hizo de la etapa una de las jornadas más emocionantes de la reciente historia del Tour de Francia.
En el descenso del Col de la Biche, el equipo francés puso a sus ciclistas en el frente tanto en la fuga como el pelotón de favoritos, causando un período de caos para el maillot jaune Chris Froome (Team Sky). El drama sólo se intensificaría en el camino hacia arriba y en el descenso del Mont du Chat, con el líder del equipo Romain Bardet atacando al selecto grupo de favoritos y de donde saldría el ganador de la etapa.
«Tomamos la carrera por el pescuezo desde el principio, y eso fue lo importante», dijo el gerente general del equipo, Vincent Lavenu el miércoles.
Así, mientras que Froome de amarillo da al Tour una sensación muy familiar, hay alguna esperanza de que las montañas de la segunda mitad de la carrera -comenzando este jueves con los Pirineos- pudieran ver la carrera desviarse del guion al que nos ha tenido acostumbrado el Sky los últimos años.
«No estamos en el mismo nivel del Sky», dijo Lavenu, maravillado por la manera en que el equipo británico puede contratar corredores de Gran Recorrido y ex campeones del mundo, y desplegarlos como gregarios, “pero en ciertos momentos, en ciertas circunstancias, podemos imponernos en la carrera».
Cuando Lavenu habla del impacto que su equipo puede tener, con una camiseta amarilla por perseguir y 51 segundos para recuperar, se refiere repetidamente a «desestabilizar» la carrera.
«Lo que queremos es una carrera dura en la que el Team Sky se vea obligado a entrar en otro ritmo y que pierda el equilibrio como unidad. Si tienes una subida final de primera categoría y tienes cinco ciclistas del Sky en la parte delantera, la carrera no puede ser desestabilizada. Así que por eso intentamos convertirla etapa en una «carrera de muchos movimientos».
Al tratar de exponer las grietas en el arsenal del equipo de Froome, Lavenu pidió a los equipos de los otros contendientes de la Clasificación General a unirse contra un enemigo común. Astana parece ser el otro equipo con más opciones, con Fabio Aru a sólo 18 segundos de Froome y Jakob Fuglsang también entre los cinco primeros, mientras que los ciclistas como Nairo Quintana, Dan Martin y Rigoberto Urán están apenas fuera del pódium.
«Creo que la desestabilización de Froome es también del interés de todos los demás equipos que están buscando un podio en París. Cada uno tiene que actuar sobre eso y mirar para hacer la carrera difícil y para poner al Team Sky en dificultad», dijo Lavenu.
«Cada equipo tiene su propia estrategia, y usted tiene que respetar eso, pero me parece que esa lógica debe ser aplicada.»
Bardet despeja las dudas sobre una posible lesión en su mano.
La gran esperanza de Francia se vio sacudiendo su mano derecha mientras volvía a través de los coches, y pronto se supo que también había recibido un golpe en la rodilla por una caída en la etapa con llegada en Pau.
En el autobús después de la etapa, sin embargo, Bardet aseguró a los medios de comunicación que no tenía problemas físicos graves más allá de algunos «dolores».
«Estoy contento de haber salido de la trampa, y de haber terminado sin problemas», dijo. «Nunca fue agradable, me estrelle dos veces, fue muy nervioso, días como este son los que nunca disfrutas, solo tienes que pedalear y esperar días mejores».
Bardet está tercero en la general, a 51 segundos de Froome y 33 segundos de Aru en segundo lugar. Cuando se le preguntó cómo ve la etapa del jueves a Peyragudes, esto contesto Bardet:
«Tuvimos una etapa reina el domingo. Esta es la etapa reina en los Pirineos y supongo que hay otra etapa reina en los Alpes. Parece que hay muchas etapas reina en este Tour de Francia», bromeó.
«En un tono más serio, es un buen escenario de montaña. Son más de 200 kilómetros por lo que será un maratón. Espero que vaya bien y que pueda dar la batalla.»