Tom Dumoulin (Team Sunweb)

A pesar de dos victorias de etapa hasta ahora, incluyendo el final de la etapa 14 a Oropa, el líder de la carrera, Tom Dumoulin, dice que sigue temeroso de la última semana montañosa del Giro de Italia.

Con las bonificaciones en tiempo, Dumoulin incremento en 24 segundos la ventaja con el favorito Nairo Quintana (Movistar Team) en el final de la etapa 14 del Giro de Italia. Quintana realizo un fuerte ataque temprano en la subida, pero el holandés de Maastricht de forma espectacular supo alcanzar y atacar al colombiano para llevarse la victoria de etapa en Oropa.

«Todavía está abierto», dijo Dumoulin, decía en la sala de prensa. “Tenemos la última semana, y ni siquiera hemos tenido la mitad de las escaladas todavía. Será muy, muy difícil, y todo puede suceder. Todavía estoy un poco asustado de la última semana, así que veremos.»

El ciclista del Team Sunweb, de 26 años de edad, ha estado en esta posición antes en una Gran vuelta, lo ha vivido cuando internaba ganar la Vuelta a España en 2015 antes de explotar en la penúltima etapa. Este año, sin embargo, se preparó por primera vez para ganar una gran vuelta.

Quintana lo intento a cuatro kilómetros al igual que Domenico Pozzovivo (Ag2r La Mondiale) e Ilnur Zakarin (Katusha-Alpecin). Dumoulin, sin embargo, mantuvo su ritmo, y los rebasó en los últimos dos kilómetros. Zakarin lo siguió, mientras que Quintana se desvaneció en los últimos metros.

La victoria de Tom Dumoulin le trajo un bono de 10 segundos para aumentar la brecha de 14 segundos en Quintana a 24 segundos. En estos momentos la ventaja del holandés es de 2:47 minutos sobre Quintana, 3:25 sobre Thibaut Pinot (FDJ) y 3:40 sobre Vincenzo Nibali (Bahréin-Mérida).

«Ahora incluso tengo más tiempo de ventaja», dijo Dumoulin. «Es una gran ventaja. No podemos sentarnos y relajarnos, tenemos que mantenernos enfocados. Y luego veremos lo que sucede en la última semana”.

El Giro continúa mañana con la etapa 15. Después de un día de descanso los ciclistas subirán al Stelvio dos veces, antes de cuatro etapas más en las montañas. La luz rosa de Dumoulin al final del túnel es una prueba contrarreloj de 29,3 kilómetros desde Monza a Milán el último día.

«Es el la altitud lo que me preocupa», continuó Dumoulin. «No tengo miedo de mis rivales, no tengo miedo de nada en realidad, solo necesito estar enfocado y todo estará bien».

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