El Giro de Italia 2017 se prepara para disputar su séptima etapa entre las localidades de Castrovillari y Alberobello, con un recorrido de 224 kilómetros.
La séptima etapa cuenta con un perfil que se ajusta a ciclistas rodadores donde se presume y salvo a sorpresas se definirá en un sprint.
Si observamos el perfil de la etapa podremos observar que prácticamente está dividido en dos secciones, una completamente llana y otra sección final muy quebrada.
El inicio de la etapa cuenta con un corto descenso de 25 kilómetros .Los primeros 140 kilómetros los ciclistas encontraran un terreno plano con carreteras en buen estado y muy amplias.
En el kilómetro 138 el pelotón afrontara una segunda parte de etapa en la cual el perfil es más quebrado e iniciaran a subir el puerto de montaña de Bosco delle Pianelle, de cuarta categoría.
Los últimos 40 kilómetros de la etapa son undulados y aumenta en dificultada a medid que se acerquen a la localidad de Alberobello, sede inédita del Giro de Italia.
Cuando estén transitando por los últimos kilómetros los ciclistas verán un perfil más ondulado, un constante sube y baja con carreteras amplias encadenados por estrechamientos de las vías.
Desde los 5 kilómetros de meta hasta los últimos 2500 metros será toda cuesta arriba, intercalado con otra pequeña subida a falta de 1600 metros. A partir de ahí será un leve descenso y un falso llano que definirá el ganador de la etapa.
A pesar de una segunda mitad montañosa, se espera que el final sea para velocistas o ciclistas con explosividad. El colombiano Fernando Gaviria demostró en la sexta etapa que puede pasar este tipo de perfiles y es para nosotros el máximo favorito para lograr su tercera victoria en el Giro de Italia 2017.