La París-Roubaix 2017 promete para este próximo domingo un trazado de 55 kilómetros de adoquines sobre un total de 257 kilómetros totales de la edición, según el reconocimiento realizado este lunes por la organización de la carrera
El director de clásica, Thierry Gouvenou, apuntaba que «Estamos en una media alta en cuanto a la extensión del tramo adoquinado», quien explicó que se trata del trazado de piedra más largo desde la edición del 1994 que contaba con 55,950 km.
«Tenemos que evitar que los adoquines caigan en el olvido», decía Gouvenou en una entrevista. Durante el reconocimiento de la carrera, la organización se encargó de desvelar la nueva señalización, por la que cada tramo de adoquines irá acompañado de un color que indicará la dificultad del mismo.
El verde anunciará los tramos menos complicados, mientras que el azul, naranja rojo y negro se utilizarán para los tramos calificados con cinco estrellas (Trouée d’Arenberg, Mons-en-Pévèle y Carrefour de l’Arbre).